LOS SENTIDOS
Llegamos a Granada sobre las seis de la tarde. Teníamos cuatro días de vacaciones y habíamos reservado una habitación en un hotel céntrico –siguiendo la recomendación de una amiga–. –Se puede ir andando a la Alhambra y la catedral está muy cerca –había dicho ella. Teníamos ilusión, algunos folletos turísticos y un sencillo mapa de...