AROMA, ALQUIMIA, CURA
Sentía la boca seca de la ansiedad, con el regusto metálico de la sangre agolpándose furiosa. La presión en el pecho era ya de sobras conocida y los latidos desenfrenados de su corazón retumbaban en sus oídos como fuertes golpes de tambor. Un tambor atormentado intentando golpe tras golpe que ese corazón no se parara....