I.A.
La arena se metía entre los dedos. El sonido del mar casi no me dejaba escuchar. La máquina se acercó a mí con su luz roja intermitente. -A mi también me crearon a imagen y semejanza -dijo. Las olas despeñándose en las rocas interrumpían la voz metálica. -¿De quién? -pregunté. El suave acero atravesó la...