Canfranc
En el verano de 1965, desde el andén de la estación de Canfranc, decía adiós a mi esposo que marchaba a la búsqueda de fortuna en tierras francesas. Desde la ventanilla 8, del vagón 11 del tren sacó su mano para decirme un último adiós, no sabíamos cuándo volveríamos a vernos y aquí me quedaba...