LA ESPERA.
No fué el mejor día que hubira preferido para aquel esperado viaje. Una finísima lluvia iba cayendo,no sin dejarme calada hasta los huesos.No había ni una sola glorieta para refugiarse en aquel solitarío andén. Esperé paciente a que llegara el tren que haría partir mis ilusiones hasta el destino escogido. Un viejo Jefe de estación...