Sin parada
Algunas tardes, recostados en la era, vemos pasar el ruido polvoriento que nunca se detiene. Desde el andén de tierra seca masticamos granos de trigo, fumamos cigarrillos, hacemos agujeros en la tierra con el bastón.
702participaciones
Una convocatoria abierta para elegir a los 3 microrrelatos invitados que formarán parte del número de octubre 2013 de la revista Cuentos para el andén.
Ya tenemos el resultado del concurso:
GANADOR: Peces, presentado por Elena García Sánchez
FINALISTA: La Estrella del Norte, presentado por Daniela Rafael
FINALISTA: Último aviso, presentado por Teresa Garrido Pellicer
Algunas tardes, recostados en la era, vemos pasar el ruido polvoriento que nunca se detiene. Desde el andén de tierra seca masticamos granos de trigo, fumamos cigarrillos, hacemos agujeros en la tierra con el bastón.
Sin memoria, la mente en blanco, intentando recordar… Con pasos lentos, cansados, cortos y torpes, mirando al suelo, intentando ver algo que me hable, que me diga donde estoy, quien soy, algo que me recordara… Es un suelo frío, pulido por quienes lo pisaron antes, estoy sola, solo una espesa niebla tapándolo todo como una...
Domingo por la noche. Él se va a dormir con la decisión de preguntarle su nombre la próxima vez. Tantas veces la ha visto como tantas veces ha querido cruzar con ella al otro lado de sus sueños. La próxima vez se atreverá a dejar pasar su tren, a cruzar el paso subterráneo que separa...
Si alguna vez, escuchas que los dominicanos somos como el arroz, hoy sabras porque. En una tienda reconocida del Bronx, mientras compraba un protector solar me ocurrio lo siguiente: Entro al pasillo 22, luego de orientarme con una empleada digo: -UUUUUUUufff que calor. La persona que esta a mi derecha comenta a mi «pensamiento» –...
Te veo en el coche de pasajeros de pie, frente a mí, apoyada la mano abierta contra la ventana, el cabello recogido, la diadema de terciopelo, los tirabuzones a lo largo de tu cuello tan desnudo, cabizbaja. Espío tus dedos colarse por el corpiño, asir un pecho, manosearlo con firmeza, retorcer el botón cubierto de...
Aparecen nuevas luces. Amanece y, aún solo, recuerdo, aunque sólo sea una interpretación de algo que ya dejó de existir, como pude sentir sus ojos sostenerse en cada palabra que pronunciaba. Ningún sonido podía escucharse más profundo e intenso que el que emanaba de su sufrimiento al hablar, aquel temor, aquella pena, como capas de...
Como tantos días, Lola sentada en la estación y desde el andén, recorría mil sitios distintos donde le gustaría ir. No se proponía subir a ningún tren, simplemente le gustaba estar allí. Siempre se acompañaba de algún libro, donde su imaginación volaba a través de sus páginas impresas. Ella sabía trasladarse tanto a una playa...
Lo vi partir…Por largo rato permanecí inmóvil mirando ese punto fijo por el cual se alejaba. Cada vez más distante e inalcanzable. Fue confuso. Sonidos, movimientos, colores…, todo eso junto, entremezclado de tal manera que no dejaba para mi más que la inmovilidad, el silencio, la impotencia. Finalmente, se perdió en la distancia. Quedé sola....
La brisa suave de la mañana acaricia mi cara… ¡ que hago yo aqui….¡ Voces y voces, es lo único que puedo percibir…..y mi cuerpo se estremece dejando caer desde mi cara alguna que otra gota, que al llegar a mis rodillas me hacen sentir viva de alguna manera….. es como una especie de pesadilla a...
La magia que se sentía en el aquella parte del bosque transportaba a Edith al recuerdo de su infancia donde por vez primera se encontró con un ser maravilloso lleno de una luz que resplandecía. Quien eres? – le pregunto Edith- -nómbrame como tu desees. – -de donde vienes-? -mas allá de las estrellas- he...
Las flores renacen siempre en el mismo lugar, en la primavera muestran su hermosura, la gente que pasa por ese lugar se detiene para observarlas. Nadie las corta, sus colores atraen, se abren a la salida del sol y dejan el aroma esparcido por todo su entorno. Están a un costado de las vías y también...
Sentía frío, la tormenta interna que azotaba su mente impedía que notara el bochorno que abrasaba las vías. Solo habían pasado unas cuantas horas desde el encuentro que le llevó de la euforia a la desesperación, ¡que ingenuo había sido! Nada fue fortuito, la premeditación se llevó su dignidad junto con sus pertenencias, sus sueños...