Tú ya no cuentas
-Así que me has engañado. -Sí. -Durante… -Qué más da. Mucho tiempo. -Y a cada señal de alarma, a cada duda, a cada pregunta durante todo este tiempo, me has respondido con una mentira. -Sí. Pero eso era necesario. -¿Para qué? -Para poder seguir engañándote. -Y a ella también la has engañado. -Sí. Pero no...