Colección de historias.

Es chula, ¿Verdad? . Antes, ¿Todas las estaciones eran así, verdad, abuelo?.

Claro cariño cuando yo  tenía 5 años, Por cierto ¡como tú ahora! …. venía, venía  todas las tardes  aquí,  a las 7, sin fallar, con la merienda. ¡Ay! , unos días pan y chocolate, otros bocadillo de foie-gras y… otros de chorizo. Como te decía, veníamos, mi abuelo y yo, a ver pasar el tren correo, con su traqueteo  sereno y cansino  a la vez, y  me llevaba a otro mundo, ¿sabes?. Veíamos, desde el andén, a la gente que viajaba dentro. Unos segundos, sólo unos segundos pero me parecían eternos.  Abuelo, le preguntaba yo,  esa señora de blanco irá a ver a su hermana.  Y…tú, ¿Por qué lo sabes?, me preguntaba  él.  ¡Ah!, no sé, pero lo sé. Y me quedaba pensando e imaginaba que el de atrás de la señora iría a la capital a trabajar, y esa mamá con los niños visitarían a los tíos de Madrid y, … ¡ya no daba tiempo a más¡. Eso sí, sabía que  al día siguiente habría otras historias.

Abuelo, ¿Qué hacías con ellas?. 

Las coleccionaba.

¡Ah!, ¿Cómo los cromos?.

Si, Cielo, si como  los cromos.