DI LAVORO
Eustaquio es un viejo de obra, renegado y aparentemente orgulloso de su trabajo. Aunque, en el fondo nunca supo soñar otra vida.
club de escritura Fundación Escritura(s)-Fuentetaja
385participaciones
Historias del trabajo 5 Admisión de originales: del 16 de junio al 25 de septiembre
Periodo de votaciones: del 26 de septiembre al 23 de octubre
Fallo del Jurado: el 18 de noviembre
Eustaquio es un viejo de obra, renegado y aparentemente orgulloso de su trabajo. Aunque, en el fondo nunca supo soñar otra vida.
Ya sabemos que el trabajo nos dignifica, pero hay una parte de la actividad laboral que muchos escogen ignorar. El sacrificio que conlleva muchas veces nos puede llevar a perdernos momentos importantes, y convertirnos en meros espectadores de nuestras propias vidas. Elvira es el ejemplo extremo de una parte no tan dignificante del trabajo. Cuando la labor diaria empieza a jugar con tu estabilidad mental, el resultado siempre es perjudicial.
Jóvenes y talentosos futbolistas intentan triunfar en el deporte, pero tropiezan con todo un sistema de privilegios y prebendas, descarado y cínico.
Me levanto, me maquillo, me coloco la peluca y la cereza del pastel es la nariz. Zapatos grandes, los tirantes que levantan mis pantalones holgados y una flor en el pecho. Sonríe, sonríe y haz sonreír. Ese es mi oficio. La vida para mí es toda una gran burla, una acción es una broma y las...
Nacha espera como otros días en el mismo sitio. Multitud de personas cruzan la plaza. Son cientos, miles… La boca del metro es una vulva gigante. Todo lo traga. Ladrones, putas, travestis, políticos, lameculos con traje… Al fin aparece el viejo en silla de ruedas. Demacrado. Pústulas con costra. Moratones. Es Bofill, el hijo de...
“Memorias de un maestro” Jamás le pregunté su nombre y no quise indagar cómo se llamaba, simplemente sabía yo que él era profesor, y era uno de mis asiduos clientes que solía en determinado tiempo llevarme su auto a mi taller para efectuarle la revisión periódica de sus frenos. Su figura era espigada, sus lentes...
Un fortuito trabajo le aparece a un hombre al borde de la miseria más absoluta. Debe aceptarlo porque, de otro modo, acabará con sus reservas alimenticias, no podrá pagar al casero y se verá abocado a vivir de nuevo en la calle, quien sabe por cuanto tiempo más.
Todos éramos de alguna forma iguales: inocentes. Inocentes de los padres que nos tocaron, del lugar en el que nacimos, inocentes de lo que podíamos hacer, inocentes de lo que éramos (porque todavía NO éramos nada). Pero entonces llegan los 18 y dejamos de ser inocentes, al menos legalmente, pasamos a poder hacer algo para...
la cancha cubierta de un calipso cielo, bordeadas por nubes naranjas, esas nubes que reciben las últimas esquirlas del sol cuando ya se va. El vacío de la soledad del paisaje , y mi posición en las gradas como fotógrafo eran los elementos perfectos. Hay fracciones del tiempo que no tienen nada que ver con...
Presente. Adrián persigue al hombre de la sudadera roja. Lo pierde por un minuto. Llega al parque. Lo identifica en el otro extremo. Toma una piedra del jardín un poco más grande que su mano. Se extraña cuando el hombre ya no huye. Le da un golpe certero en la cabeza. Cruje el cráneo. El...
Esta es tu habitación. Tiene todo lo que vas a necesitar: una cama, un armario y una silla. Tampoco cabe nada más. Y el armario en realidad te sobra. Yo al principio soñaba con tener un escritorio. Pero los escritorios sirven para escribir y ¿a quién iba a escribirle yo? (Silencio.) ¿Tú tienes familia? (Silencio.)...
Existe un lugar en el mundo que solo unas pocas personas pueden presumir de haber visitado, aunque con toda seguridad, el verbo presumir no sea el más indicado. Aparentaba cierta tranquilidad, como si estuviera a punto de entrar en alguno de los destinos turísticos anunciados en cualquier agencia de viajes, solo que aquí no hay...