Montañas Andinas.
Blanquita despertaba todas las mañanas con el canto de los pájaros y el llamado de su madre: -Blanquita! Despierta dale el maíz a las gallinas, trae el balde y vámonos a ordeñar, no se te olvide el lazo para amarrar la vaca, ésto decía su mamá mientras tomaba la banca de madera para sentarse a...