Yo le puedo ganar al limpiador.
La mente del individuo era todavía precoz, solo disfrutaba de jugar con sus primos en el patio de su abuela y de comer lo que ella les preparaba con tanto amor. «Podemos vencerte en una pelea», gritaban los primos menores al primo mayor. «¡Hiciste trampa!, estabas mirando mientras contabas», le reprochaba un primo a su...