El mensajero.
Acá se les puede comentar como Muriel, el condenado, normal, poco interesante y recién divorciado cadete deja por un día las cartas de las historias de las demás personas para llevar a cabo una misión, la cual va más allá de la naturaleza de un papel. cabe destacar que apelo a la interpretación del lector en cuánto al tiempo en el que transcurre la obra, Muriel puede pedalear una bicicleta moderna para cruzar las calles de tierra o bien puede estar cabalgando en los campos de principios de siglo xx, no conviene describir más porque lo que importa es saber el mensaje tan importante que lo hace volver a un lugar conocido.