Te voy a contar una historia, maestro
En la que me enamoré de una puta. Fue difuso como la conocí, detrás de una cortina violeta ofreciéndole sus servicios a un hombre. Olía a chocolate, limón y canela, como una taza caliente humana; ocurrencia infantil que me hacía reír a carcajadas La visitaba cada semana; llegaba, pedía vodka, me tomaba de la mano...