El poder del silencio
El día estaba decayendo, se acercaba la noche y el ocaso llenaba el cielo con un color anaranjado que marcaba las imprecisiones y arrugas de su rostro, volviéndolo más bello, más radiante. La longevidad de su piel denotaba que él también se encontraba en el ocaso de sus días. Sabiéndose viejo y sintiéndose libre de...