Historia de un psicópata enamorado.
Que mañana más tenue, ha de ser por las ojeras, es tal vez esta la decimotercera noche sin dormir, y es que eso de conciliar el sueño se hace difícil cuando no tienes con quien soñar, porque hasta en mis sueños se esconde; trato de alargar mi insomnio pero por momentos el café me empieza...