LA TRISTE VIDA DE UN PAYASO.
Se abre el telón: La ciudad se ocultaba bajo el espeso humo de las chimeneas, y a aquella hora de la mañana, las pedregosas calles se convertían en un mar de chisteras cuya corriente emanaba en todas direcciones. Si algo podía describir aquel lugar, sin duda era la palabra “gris”. Todo allí parecía estar apagado;...