Jaque Mate
Ese cielo cerúleo penetraba en mi mente con intensidad, esa luz tan viva y aguda fue encubierta por una neblina sombría e incierta. Alaridos inhumanos de los reclutas impregnaron tras la arboleda del extenso bosque angustiando los oídos de estos. Nuestros pies comenzaban a ser pesados y fatigosos. Los disparos de la facción antagónica perforaban...