El portero
Pablo era el portero de la calle X. Parecía que cumplía todos los requisitos del típico macho español. Era un hombre grueso, de aspecto severo, con un gran mostacho coronando su labio superior. Esperaba en la puerta serenamente con las manos unidas tras la espalda y fumaba, paciente, esperando noticias que le llenasen las horas....