Extraña convicción
Recostado en mi cama, escuchando a la lluvia, esperaba que el Turco me trajera cigarrillos del almacén, haciéndome una gauchada indispensable para calmar mi ansiedad. Estaba un poco triste, va para que decir un poco, si en realidad la medida de la tristeza es un engaño que nos hacemos los orgullosos, cuando hay tristeza es...