Ella.
Todo lo que buscaba estaba allí. Sabía que sólo era cuestión de tiempo, que pronto llegaría su momento. El despertador suena con una puntualidad tan inexacta como lo son sus hábitos cotidianos. Aún así ella sale a sacar sus perros, Kira y Orión, no más tarde de las nueve de la mañana. Cruzan la plaza,...