Al otro lado de mí.
Tránsito. Un leve fulgor y pliegues de oscuridad aparecen y perforan el plano de su realidad. Luego una creciente vibración le desfragmenta en la nada. Después sus átomos, forzados a aglutinarse con fuerza mesiánica, se resisten y siente sus órganos como incrustados a propulsión. Vomita al término del tránsito, lo cual, en la psicodélica general...