La vida color de rosa
Como cada Noche de Reyes, desde hacía veinte años, Camile se abrigó y salió a caminar por su calle favorita: le Avenue des Champs-Élysées . Estaba particularmente muy frío y caían intensos copos de nieve. Pero nada le importaba, ni el coronavirus. Caminaba como una autómata y las lágrimas resbalaban por su rostro helado y...