Cincuenta y cuatro días
Sale de la estación y respira, agradeciendo el salitre en el aire y no tanto esa humedad que se cuela sin permiso en el cuerpo. Camina cuesta arriba –no la recordaba tan pindia – y llega al número seis de la calle del Sol. Sube las treinta escaleras que la llevan a la casa de su abuelo, en...