Bastones
Con su mano algo temblorosa, a sus ochenta y tres años, cogió el rotulador negro. Lo tenía desde hace unos meses. Le había encargado a su nuera que se lo comprase donde Begoña, la de las revistas. No escribía demasiado fuerte ahora. Le gustaba más la sensación de dibujar con un rotulador nuevo, recién estrenado....