La Víspera
Después de darme un baño de agua tibia, me paré frente al espejo aún empañado. Como por inercia al no ver mi reflejo dibujé con el dedo índice una cara feliz que se fue desfigurando con las gotas que escurrían lentamente. Una toalla celeste bordeaba mi cintura mientras caminaba hacia la habitación dejando mis huellas...