Confinado
Desperté esa mañana oyendo lejano el ruido de unos señores políticos dando explicaciones, entonces supe que hoy seria ayer y mañana, otro día que dormir para soñar. Cogí el móvil sin mirarlo, chorreaba mensajes. Un último chiste del señor de las cejas grandes y del otro que anda, que anda que… Me reí sin ganas...