Pandemia de la sangre corrupta

Pandemia de la sangre corrupta

A.H. Ucán

20/03/2020

Hakkar de Zul’Gurub, un enorme dragón serpiente de alas azules y cuatro tentáculos tiene como mejor hechizo de ataque contra cazadores y brujos que le hagan frente: «Sangre corrupta».

Consiste en hacer que poco a poco pierdan la vida y es altamente contagioso. Las mascotas de los guerreros no presentan ningún síntoma, sin embargo son portadores del virus, basta con acariciarlas para ser contagiados. Los guerreros contagiados pocos viven más allá de la guarida del dragón.

Las mascotas llegaron a las grandes ciudades, donde infectaron a miles. Las calles eran montañas de cadáveres y huesos. Los que sobrevivieron huyeron a los campos y montañas para estar a salvo.

En este punto todos sabían de la epidemia y se organizaron.

Los magos más poderosos y expertos sanadores formaron gremios de salud y curaban a quien lo necesitara.

Los que eran débiles ayudaron a la evacuación.

Los autoproclamados justicieros mataban a las hordas de infectados sin darles oportunidad de recuperarse, incluso entre sus aliados.

Los trolls disfrutaban ver el contagio, viajaron por todo el mundo esparciendo la ruina a cuanto pudieran.

Los irresponsables y curiosos visitaban los cementerios atestados de huesos para ver la escala de la muerte con sus propios ojos, huían antes de ser infectados, algunos no lo lograron y fueron responsables de contagiar a quienes estaban en refugios y zonas seguras.

Fue un incidente de mortandad sin precedentes.

La solución fue simple, reiniciar los servidores del videojuego  World of Warcraft el 8 de octubre de 2005. No sin antes dejar respuesta para la posteridad a la incómoda pregunta: ¿Qué harías si alguien cercano a ti se contagia de un virus mortal?

El universo pocas veces proporciona avisos a eventos masivos relevantes, esta vez lo hizo. Aprovechemos este ensayo y portémonos responsables, en el planeta tierra no podemos presionar el botón de reset y comenzar de nuevo.

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