La insoportable levedad de no ser
Se miraron por última vez. Jacobo debía permanecer allí cuarenta días. Era una medida disciplinaria por revoltoso. «Eres un bicho peligroso, Jacobito—le dijo el guardia con voz burlona—. A ver si tu empuje te saca de esta cámara. Se te acabaron los chances, mi amigo. No sabes cuánto me alegro». Jacobo sintió el frío como...