Ahogo
Salgo del hospital. Son las nueve de la mañana. Ayer entré a las seis, cuatro horas antes de mi turno: Dos compañeras de la tarde empezaron con fiebre. Llueve. Pero me quedo paralizada en algún punto entre la puerta de urgencias y mi coche. No puedo avanzar; tengo que llegar a casa, ducharme, preparar el...