Abecedario para mi peor profesor.
Soy maestro de primaria. Por vocación y por diversas circunstancias personales. Pero sobre todo, porque nunca me gustaba cómo nos enseñaban en la escuela, qué nos inculcaban, y quiénes se encargaban de inyectarnos contenidos inútiles en nuestras pequeñas cabezas. Entre ese profesorado advenedizo e imantado a los malditos libros de texto, destacaba un inoperante filólogo...