Mandanga de la buena
Toda la acera ante mí, vacía. Al fondo, un fumador pasea al perro; camina en mi dirección y, según nos aproximarnos, inicia la maniobra para cambiar de acera. Pero ve que hago lo mismo y recula. Yo voy a mi farmacia de siempre. Hay tantos carteles en la puerta que es difícil ver el interior:...