El triángulo blanco
Por tópico que parezca, el rellano de mi planta era un sepulcro. Ni una mosca zumbona se intuía a través de mi puerta, ni un susurro se colaba a través del tabique. Una vecindad silente reinaba en mi entorno inmediato, contagiada tal vez por el mutismo impuesto en el exterior. Cláxones, motores e ir y...