LOS IDIOTAS
¡Mira, no hay nadie! ¡Estamos solos abuelito! , gritó Miriam al mirar por la ventana entusiasmada, pero por el gesto abatido de su abuelo aquello no debía ser algo bueno, aunque a ella se lo parecía, veía el columpio quieto desde la ventana, y la fuente sin esos idiotas que andaban por ahí apropiándose de...