Contén todo el odio que inspiraste en un suspiro, que quienes te importan no estén cerca cuando espires.

Avanza consumiendo el dolor ajeno, saciándote de la escasez de abundancia que sobra en los platos vacíos de quienes tienen hambre y guárdate la lástima para quienes su mente no hace presencia a las atrocidades de la vida, déjales ausentarse donde se les necesita, para cuando sus mentes den con el lugar en que sus cuerpos siempre han estado, no habrá cuerpo ni mente que les contemple.

Cuando llegues a donde esperas se encuentre alguien a la espera de tu llegada, no vuelvas atrás en cuerpo, que la mente se quede donde hubo caminos de miseria, que tu cuerpo no vuelva más a ese lugar donde la has dejado, vuélvete loco sin ella, que lo único que los tuyos saben apreciar: tu presencia, no se quede atrás, sino cuando la paz se haga presente en tú ausencia;

¿Quién te contara lo que es vivirla?

Soldado que pierdes guerras en las victorias de tu pueblo, deja de suspirar como si anhelaras el regreso de quienes no están.

Contén el aliento cargado de ira, que azul se tornen tus labios, pero no permitas que los tuyos de eso vayan a respirar, que el cuerpo se torne rígido cuando en tus brazos tengas a los que amas, y que lo invada la frialdad sin que te hayan visto suspirar…jamás.

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