De poeta y de loco…
Recordé aquel viejo poema juvenil : «Puedo escribir los versos más tristes esta noche…» mientras me entretenía limpiando la sangre del filo de mi cuchilla y observaba el cadáver de Paula en el suelo sucio. (A la única que le corté el cuello.) Corría el año mil novecientos ochenta y tres, hacía solo seis meses...