Graffitis y ventanas cerradas
—Lo de siempre, Melenas —le dije. Era nuestra rutina diaria: yo le pedía y el Melenas me ponía el whisky con cara de reproche. Así me recordaba que el médico me tenía prohibido el alcohol. Lo único que el Melenas conservaba de cuando éramos jóvenes era el apodo. Nos hicimos mayores demasiado pronto. Yo casi...