Hacia la felicidad
Lidia, sencillamente, no sabe dónde meterse con su mirada y sus pensamientos. Andrés, en cambio, no se mueve. Ha terminado su cena y parece satisfecho. Lidia coquetea, tocándose el pelo — ¿Has trabajado? —Las comidas, las cenas, quiero cortar con todo eso. Me fatiga. Me pregunto quiénes somos detrás de las cosas que hacemos, ¿tú...