Entre orillas
“Sus aguas turbias arrastran millones de toneladas de sedimentos. Luego de recorrer poblados, selvas, campos y ciudades, el curso se ensancha, y los sedimentos se depositan formando bancos de arena entre los remolinos, obligando al cauce a ramificarse en mil brazos retorcidos. El Paraná desemboca en otro río. Su nombre se vuelve mentira: no es...