Rosa de Luna Sangre

Soltar y respirar, respirar de la forma más profunda que se pueda, meditar, dejar atrás las cosas, las cargas, sin dejar de tener en cuenta nuestras raíces, nuestras mejores etapas de la vida, nuestras épocas felices y tristes que tanto nos ayudaron a crecer, como nos ha hecho crecer la nueva etapa que vivimos, la que elegimos, para bien o para mal, fue nuestra elección, nuestra decisión, ? El camino correcto? Aún no lo sé, de lo que sí estoy segura, es que lo puedo cambiar, cómo se cambia el rumbo de un barco o de un avión cuando necesita aterrizar o atracar de manera segura por el bienestar de sus pasajeros, así como cambia el destino de las personas con decir un simple SI o un simple NO.

Qué tal si existieran los mundos paralelos, qué tal si existieran las dimensiones con cada una de nuestras posibles decisiones?, O mejor aún si existiera la manera de regresar y borrar los errores, cambiar de decisión o de elegir otra cosa? Seríamos los mismos, habríamos aprendido la lección, tendríamos el recuerdo de lo sucedido? Dios de la vida, creo que en ese sentido nuestras vidas parecerían un juego de vídeo, en el que podemos comenzar y cambiar la estrategia de lo que hicimos hasta ganar satisfactoriamente y como queríamos lograrlo.

Sebastián, un hermoso niño, creo que para la fecha contaría con unos cinco años de edad, hijo de inmigrantes italianos, que llegaron a mi hermoso país huyendo de la miseria, y del dolor que en ese momento existía en su tierra natal, eso es lo que ellos contaron, decían que buscaban una mejor vida que ofrecerle a su pequeño, además allí nadie los conocía, era otra ventaja que tenían para poder ocultar el verdadero motivo de su partida.

Giaccomo, padre de Sebastián, era un obrero muy trabajador de una fábrica metalúrgica y Rossetta, una dulce chica, empleada de una panadería artesanal, a la cual acudía Giaccomo por su café matutino , todos los días, antes de ir a laborar, así se conocieron, a pesar de la crítica situación que vivían en Italia en ese momento, ellos encontraron espacio para el amor.

Con el transcurrir de los meses visitando la panadería, ese guapo joven de unos diecinueve años de edad, alto, de contextura delgada pero fornido por su trabajo, de tez blanca, cabello crespo, grandes ojos cafés y una enloquecedora barbilla partida, muy educado, con una exquisita y juguetona forma de hablar. Rossetta, contaba con unos dieciocho años de edad, de estatura media, larga cabellera negra como el azabache, y una piel tersa y blanca como la porcelana, estatura media y contextura delgada, poseía los más hermosos y hechiceros ojos color violeta que jamás haya visto nadie, poseía un encanto especial y una ternura inigualable, era muy querida por los vecinos del barrio, amaba los animales; formaban parte de su familia un bellísimo gato negro, tan negro como su azabache y brillante cabellera, los acompañaba también un cachorro de golden, tan dorado como el mismísimo oro.

Nero, el gato y D’oro, el perro; eran los encargados de acompañar a los padres de Rossetta mientras ella trabajaba, ambos estaban mayores y su padre por un accidente ocurrido cuando ella era pequeña, perdió parte de la pierna derecha y debía usar muletas, aunque eso no le impedía estar pendiente de sus rosales, sí, él cultivaba las rosas más grandes y con colores vivos que jamás hayas imaginado, y las más deseadas en el mercado; mientras que Fiorella, su madre trabajaba por encargos, la costura, o planchando ropa.

Era sábado por la mañana, y Rossetta como todas las mañanas se levanta y se acicala para ir al trabajo, pero ese día no tenía el mismo ánimo de todos los días, ese día no pensaba en que iba a ver a su amado Giaccomo, ese día se levantó con el peor de los presentimientos y con una aguda tristeza, estaba muy segura que algo ocurriría, y ese algo le sucedería a su amado padre, siempre se preguntaba a sí misma sobre las cosas que veía o sentía y no sabía el por qué de eso. Generalmente las cosas que soñaba o sentía al tocar a las personas se volvían realidad y ella no lo entendía, y le dolía aún más cuando eran situaciones negativas y dolorosas; ese día más que nunca deseó con todo su corazón que no se hiciera realidad aquel sueño espantoso y tan doloroso.

Ese sábado por la mañana Vincenzo y Fiorella, notan la cara de angustia y tristeza con la que se levanta Rossetta, y se miran entre ellos ,desconcertados por ver el rostro de su hija reflejando tanto dolor y tristeza, mientras Fiorella preparaba el café en la cocina, Vincenzo desde la mesa le hace señas para que le pregunté a Rossetta que le sucede, en ese momento entra la joven y con solo mirar a su madre le da un fuerte abrazo, la besa en la mejilla y mirándola a los ojos, le responde:

-Mamá , no te preocupes, no me sucede nada, sólo pasé mala noche, no podía dormir, quizá fue por un dulce que me comí en la panadería.

Se da vuelta y ve su padre observándola, ella le sonríe, se dirige hacia él y le da un abrazo que parece infinito, y tan fuerte como quien no quiere dejar escapar algo que ama tanto, a su vez le dice:

-Si papi, es sólo una mala noche, y lo besa en la mejilla.

Justo en ese momento, Nero y D’oro, ladrando y maullando al mismo tiempo, avisan que era hora de salir a hacer lo suyo, y Rossetta contesta risueña

– Si, si, ya voy chiquillos, ya sé que necesitan salir un rato, y se ríe viéndolos saltar sobre ella

Al salir, ambos se quedan parados mirándola fijamente, mientras corrían lágrimas por sus mejillas, ella al verlos tan preocupados, les responde:

-Si mis amores, ha llegado el día que nunca quise que llegara, y que siempre anhele fuera solo un pensamiento pasajero, de esos que se esfuman rápidamente. Así que ya saben , no se separen de papá y cuando suceda – Rossetta suspira con tristeza – deben ir a buscarme inmediatamente. Antes de entrar nuevamente a la casa, Rossetta se acerca al rosal de su padre con melancolía y atraída mágicamente, como nunca antes, va directo a una rosa en particular, la que su padre llama la rosa madre, es la rosa más grande, con el color más vivo que todas las demás y con la particularidad que cambia de color cada luna llena, donde pareciera que se recargara de una energía mágica que la hace más hermosa y fuerte, al mirarla fijamente brotan lágrimas de sus ojos y los cierra dejándose llevar por el maravilloso aroma que desprende la flor, como hipnotizada acerca su nariz para percibir este aroma y su mano para acariciar tan hermosos pétalos y sentir lo aterciopelados que se ven, al bajar la mano se pincha con una espina y la gota de sangre que sale de su dedo se fusiona con la rosa y ella siente una sensación extraña que entra como un frío en su cuerpo y de repente sopla una brisa que acaricia su rostro y pareciera que la abrazara dulcemente, todo sucede muy rápido pero ella siente que han pasado horas, al volver en sí, se mira el dedo, y dice para sí – no es nada, es sólo un pinchazo – vuelve su mirada al cielo y exclama:

– ojalá pudiera detener el tiempo o cambiar los hechos, pero como sé que no tengo ese poder, todo lo dejo en tus manos querido Dios!.

Se limpia las lágrimas y entra en casa, en la puerta respira hondo y finge una alegre sonrisa, al entrar mira a sus padres mientras conversan sentados en la mesa de la cocina, tomándose un cafecito caliente, y les dice bromeando:

– ajá! De qué están hablando, no será de mi verdad?

A lo que su madre voltea sonriente y contesta, mientras ella la abraza y observa melancólicamente a su padre

– de qué otra cosa podríamos hablar tu padre y yo, que no sea de tí, nuestro mayor y único tesoro -, apretando su mano, le da unas palmadas y un beso, y se levanta de la silla y se dirige a la estufa para servirle una taza de café, mientras, ella se sienta y coge la mano de su padre, se la acaricia, y mirándolo fijamente a los ojos le dice,

– gracias padre, por ser el mejor y más amoroso que pueda existir en el mundo, no sabes, ni te imaginas lo tanto que te amo – y las lágrimas comienzan a correr por sus mejillas, a lo que el padre sonriente le responde apretando tiernamente su mano,

– ay mi Rossetta, mi rosa más preciada, eres el mejor regalo que Dios nos envió desde el cielo, eres mi vida, mi niña, la rosa que he cultivado y cuidado con todo el amor y mayor cuidado que mis fuerzas me han dado.

La madre coloca el café en la mesa y les dice

– vamos, vamos, que me pongo celosa, yo también los amo a los dos – toma sus manos, y luego con una pícara sonrisa los mira y les dice

– a ver, no queremos que Rossetta llegue tarde hoy a su trabajo y mucho menos que no pueda darle los buenos días a su amado Giaccomo, así que apúrate hija, que llegas tarde! – le da unas palmadas en el hombro y un beso en la cabeza.

Con un fuerte abrazo y besos en las mejillas, se despide la chica de sus padres, mientras ellos la ven alejarse desde la puerta, ella voltea en la distancia y los saluda y ellos responden de la misma manera sonrientes, al perderla de vista, Fiorella y Vincenzo agarrados del brazo se acercan al Rosal , Fiorella apoya su cabeza en el hombro de Vincenzo mientras admiran todas las rosas, en ese momento Vincenzo se acerca a la madre rosa, si la misma rosa que pinchó a Rossetta , esa rosa roja, tan roja como la sangre, con ese aroma tan peculiar y hechizante y con ese brillo tan especial , la acaricia con cautela y de manera melancólica se acerca a Fiorella abrazándola y le dice:

– Viejita, está rosa tan hermosa tan delicada y fuerte a la vez, es la viva imagen de nuestra Rossetta – mirando ambos la rosa – te acuerdas la noche que llegó Rossetta a nuestras vidas, esa noche tan fría, pero tan llena de magia y esplendor – a lo que ella responde – Si viejo, como olvidarlo… – Fiorella lo abrazó fuerte y suspiró.

Noche de Luna Sangre

Era un frío día de invierno, en la granja a las afueras del pueblo, donde Vincenzo cultivaba las más bellas rosas de la localidad, ese día de ventisca, él y Fiorella se encontraban en su cabaña, sentados frente a la chimenea tomándose un café caliente y viendo a través de la ventana como caía la nieve por toda la granja, los cultivos de rosas estaban protegidos, todos los árboles y los caminos estaban teñidos de blanco por la nieve, pero esa noche en particular que era luna llena, la luna se veía más grande, más cercana y con un particular color rojizo, con algunas extrañas nubes cruzando la daba la sensación de que la luna estaba pintada con sangre, ambos se preguntaban sobre ese particular suceso que hacía ver a la luna tan hermosa y atrayente, pero a su vez tan terrorífica, hubo un momento de silencio que Fiorella rompió con lágrimas en sus ojos hablando sobre lo dura que había sido la vida al no obsequiarles el milagro de ser padres y tener un hijo al cual amar, cuidar y proteger, ella volvió la mirada hacia las flamas de la chimenea, observándolas fijamente, con sus ojos llenos de lágrimas, entre todo ese silencio solo se escuchaba el chasquido de la madera que ardía, ella voltea su rostro hacia Vincenzo y le pregunta

– Por qué viejo, por qué la vida me ha castigado de esa manera? – las lágrimas corrían por sus mejillas, mientras Vincenzo afligido, la observaba y apretaba su mano, la consolaba y le decía:

– Vieja, Dios será misericordioso y verás que nos premiará con el mejor de los milagros, seremos padres algún día! – acariciaba su mano y le sonreía para tranquilizarla, ella le responde mirándolo fijamente y sonriendo. –

– Gracias amor,por eso te amo tanto! – le dice, se levanta, se seca las lágrimas, y le dice – voy por otra taza de café, quieres?

Mientras Fiorella se dirigía a la cocina en busca del café, Vincenzo se pone de pie frente a la ventana y a pesar de la fuerte ventisca y nieve cayendo, trataba de limpiar la ventana para tener mejor visibilidad del paisaje hermoso y mágico con la inmensa luna en el horizonte, que parecía estar encima de la nieve que inundaba la llanura, mientras insistía en limpiar la ventana, Fiorella llega con el café, se sienta y lo observaba y le pregunta,

– Viejo que ves con tanta admiración y desdén? Limpias tanto el cristal que parece lo fueras a desgastar, – y suelta una carcajada.

Vincenzo responde entre risas – Vieja, es que mira, mira la luna! Nunca había visto la luna tan grande, hasta parece que la podemos tocar! – estaba demasiado sorprendido y admirado por tal espectáculo. Cuando Fiorella se levanta y se acerca a la ventana para ver lo que con tanto desdén veía su marido, se da cuenta de otra cosa, se fija en unas siluetas que se movían a lo lejos en dirección a la cabaña, ella desconcertada, le dice a su marido

– Vincenzo mira! Mira viejo! Algo se mueve , no logro ver bien,pero parece venir en nuestra dirección! – Dónde vieja?, No logro distinguirlo bien! – Vincenzo, directo al camino de la cerca de los rosales, fíjate bien, parece que algo los persigue, parecen lobos o perros salvajes, hay que hacer algo! Sal viejo, sal a ver qué pasa, apresúrate!

Asustado, extrañado, sin poder.pensar mucho en lo que estaba pasando, Vincenzo agarra la escopeta y sale apresurado para saber qué está sucediendo e intentar ayudar, Fiorella desde la puerta de la cabaña se queda angustiada, y desconcertada con la situación, mientras ve que su marido se aleja luchando entre la ventisca.

Al alejarse de la cabaña Vincenzo puede darse cuenta, que sí, efectivamente es una persona que huye, que está siendo perseguida por una manada de lobos, como puede se detiene y hace disparos al cielo para tratar de alejarlos, algunos se van asustados pero hay otros que continúan detrás de la persona, él sigue en la misma dirección , al estar más cerca , se da cuenta que es una mujer la que está huyendo y que de los lobos que la persiguen hay uno, muy grande y hermoso, con un pelaje plateado y brillante que la defiende de la manada que la sigue, nuevamente se detiene y hace disparos al aire, y otros lobos se van asustados, en ese momento la chica se cae entre la espesa nieva quedando indefensa al ataque del lobo alfa de la manada, ese lobo tan grande como el otro, de un color negro azabache y una mirada de total odio hacia la chica, Vincenzo estaba desconcertado ante tal escenario, justo cuando estaba a punto de atacarla el lobo plateado saltó frente a la chica caída para recibir el mordisco de ataque del lobo negro y como pudo se zafó, a pesar de estar herido, defendía a la chica, y como pudo entre la brisa y la nieve Vincenzo disparó y logra herir al lobo negro haciéndole huir, pero ese lobo tan extraño se paró en la distancia y miró a Vincenzo como grabando su rostro en la memoria.

El lobo plateado se acercó a su dueña, olfateandola, como para cerciorarse de su buen estado, y quejándose un poco del dolor que sentía por la herida que le hizo el lobo negro, Vincenzo llegó tan rápido como pudo.

SINOPSIS

Bella, una joven perteneciente a un pueblo Celta y con dones especiales, entre ellos la premonición y la telepatía, huye con su pequeña hija y su lobo de cabecera, para proteger a la pequeña de la suerte que le esperaba en la aldea, y con lo que ella no estaba de acuerdo, al huir perseguida y amenazada , conoce por la fuerza del destino a una pareja de campesinos que cultivaban rosas, parecía que la misma Madre Tierra los había puesto en su camino para ayudarla y proteger a su pequeña hija del holocausto que se avecinaba en la aldea, ya que habían sido invadidos por otros líderes celtas, que querían utilizar a las chicas con dones especiales como oráculos de la suerte en un asentamiento lejos de su aldea, separándolas de la familia sin importar la edad, y aniquilando a quienes se negaran, todo con el fin de mantenerlas aisladas y con fines esotéricos o como ofrendas a los Dioses. Bella con carácter fuerte y madre protectora, no lo pensó, y prefirió huir antes de esperar que su hija fuera sacrificada, además tenía la esperanza que su hija pudiera sobrevivir, crecer , ser feliz , ella sabía que exponerse al mundo exterior sería difícil, porque las personas le temen a lo que no entienden, pero sabía que con Vincenzo y Fiorella en su círculo familiar no correría peligro, que ellos harían lo imposible por cuidarla y mantenerla a salvo, lejos de su aldea y rodeándose de personas amables y comunes, ya llegado su momento, ella misma descubriría los dones que poseía y Bella esperaba estar con ella de alguna manera para apoyarla, aunque sabía que su destino estaba marcado por la desgracia y su hija no contaría con su presencia física sino espiritual.

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