PARAFILIA
Era una viernes más en la capital y Sebastián, “Sebas” para los colegas, se preparaba la cena (una pizza descongelada en el microondas) al mismo tiempo que se afeitaba frente al espejo de un baño destartalado. El chico compartía apartamento con una pareja de treintaañeros con los que mantenía una relación cordial. -Ésta noche vendré...