El perro del collar que brillaba.
Desde el balcón, Sara miraba al horizonte cada atardecer. Las montañas enmarcaban un cuadro de óleo con tintes rosados y anaranjados dejando ver el oscuro azul de la noche. Era un momento hipnótico. Desde la séptima planta tenía para posición perfecta para observar, sin ser vista. Al menos eso pensaba ella. Cada noche un pequeño...