Un bunker anclado a la vida.

Llega la noche y su oscuridad cubre la ciudad vistiéndola de viuda alegre, esta se ilumina a sí misma, coqueta, dándose ese aspecto misterioso, seductor y a la vez desconocido que nos atrae y atemoriza por partes iguales.

Gente en las calles, unos van, otros vuelven.
Bares donde, entre puertas de humo y olor a cerveza, se distinguen caras desconocidas, conocidas entre sí.
Persianas de comercios bajadas anuncian que el día ha dado paso a la noche.
A través de los balcones se filtra el aroma de lo que se cuece en las cocinas para la cena de esa mesa puesta o, para la comida de ese mañana que espera.

Colegios dormidos arropados en un apabullante silencio.
Tráfico fluido.
Cines, teatros, terrazas y pub´s vibrando.

Niños soñando.
Madres suspirando un merecido «por fin».
Personas que se descalzan al llegar a casa.
Gente…

La puerta hermética que sella el Bunker se cierra tras de mí y se confunden la noche y el día hasta desaparecer.
Mis latidos como segundero.
El tiempo…
Losa pesada que oprime mi pecho impidiéndome respirar.

Vuelve el dolor, el olor a sangre y a miedo, los gritos y los lamentos a retumbar en mi mente hasta revolver mi memoria.
Miradas inertes, llantos de desgarro mezclados con sonrisas de esperanza, ese olor…ese maldito olor…y esa puerta cerrada. Unidad de quemados donde a base de morfina aprendes a vivir con otra piel…

Ventanas selladas mantienen el Bunker del hospital universitario de, La Vall d´Hebrón”, aislado del embrujo de la ciudad, en su burbuja de cristal blanco, batas blancas, todo blanco…y mientras, una ciudad que gira a su alrededor, él permanece anclado en un tiempo que podría parecer muerto, pero donde cada segundo es agarrarse a pura y puta vida,
en un mundo que discurre paralelo al que existe tras esas gruesas paredes.

Allí…

ALLÍ LA VIDA LATE FUERTE.

…Respira hondo mi niña, mantente firme…

«Bienvenida al Bunker de los horrores.»

«ha llegado la jefa» oigo decir a las enfermeras refiriéndose a mí y yo…

yo sonrío al escucharlas…porque aprendí hace mucho que, si allí se lucha por cada latido, la vida late fuerte fuera pero a la vez de forma esquiva y frágil también… y esa lucha que se mantiene en el Bunker no es más que un reflejo de lo grandioso de ese latir de la vida en sí, de lo hermosa y valiosa de cada contracción de un corazón…de lo fuerte que llega a aferrarse a el existir…

Mientras, la noche se cierra, y decenas y decenas de desconocidos de la existencia del bunker pasan ante él hacia sus casas, con sus familias, a ver a amantes que esperan ansiosas, hacia sus puestos de trabajo o simplemente a dormir lamentándose de la soledad de su único plato en la mesa y vacío en sus camas…camas de sábanas blancas se bañan de sudor en esa lucha por volver a otra lucha, la que separa esas paredes del bunker de la vida luchada a diario a doscientos metros de sí, y donde no existen enfermeras con morfina para no sentir, pero si días ambles en los que todos recordamos el por que merece la pena tanta lucha, donde una risa da sentido a una vida y a una guerra entera si me apuras… en ocasiones, donde un abrazo es la mejor ”dolantina1” ante el sufrir…

Vivimos en barrios llenos de vida y lamento que quizás nos negamos a ver por propio instinto de conservación…y quizás así ha de ser, o no, no lo sé…ese descubrimiento y el cómo gestionarlo, pertenece a cada cual, a cada uno…pero sí estoy segura de algo, y es que, en ese mismo instante en que somos conscientes de nuestro alrededor, perdemos mucho, pero ganamos aunque dolorosamente y siempre hermosa, en la mayoría de los casos mucho más.

1: Dolantina pertenece a un grupo de medicamentos llamados analgésicos opioides que se utilizan para aliviar el dolor intenso. Dolantina puede utilizarse en: El tratamiento del dolor intenso, incluido el dolor desencadenado por operaciones o fracturas, dolores derivados de la afectación del sistema nervioso periférico (neuralgias) o de espasmos de los músculos lisos (vías o conductos que trasportan la bilis del hígado al tubo digestivo, aparato genital o urinario, etc.), angina de pecho o crisis tabéticas.El tratamiento del dolor en el parto, en caso de rigidez y espasmos del útero, contracturas dolorosas y dolores en la expulsión del feto.Como medicación antes de la anestesia.