AMELIA
Amelia había sido prostituta. Vivía en la calle donde un día estuvo mi colegio, en una casita alquilada, astrosa y maltrecha: no podía permitirse nada mejor con su exigua pensión no contributiva y posiblemente se hubiera sentido como pez fuera del agua en un inmueble alejado del proscenio decadente y sórdido como fue el del...