Porcelana
Anita caminaba dando pequeños saltitos. Lo hacen todos los niños cuando son felices. Saltaba dejando caer el peso hacia la izquierda y luego hacia la derecha, la falda floreada balanceándose como una campana a lo largo del camino desde el colegio. Venga, venga, sonreía su madre girándose hacia ella animándola a avanzar. Si alguna de...