A VER SI ME ABDUCE UN PLATILLO LLENO DE EXTRATERRESTRES PARA CONFESARME QUE SOY UNO DE ELLOS. Y, DE PASO, ME DA LAS INSTRUCCIONES DE MI MISIÓN EN LA TIERRA PORQUE, DE MOMENTO, PARA MÍ, QUE YO AQUÍ NO PINTO NÁ
Que llevo toda la vida dándole vueltas al tema y no se me ocurre razón coherente que explique el “pa qué”. No debí haber nacido solo para aliviar el escozor de una viruta de metal en el ojo de mi prima Cristi, ni para ocuparme de retirar la piel muerta de la víbora de Sebastián...