El sagrado pepino
El traqueteo del tren relaja mi cuerpo cansado. Cierro los ojos, me acomodo en el asiento y el sueño comienza a ganar terreno después de una dura jornada. Aún no entiendo como pude dejarme arrastrar hasta la gran ciudad. Barcelona no formaba parte del itinerario, pero las imagenes de una grandiosa catedral en un folleto...