Natali y su viaje a la libertad.
Necesitaba emprender el viaje, beber la savia de ese mundo, su libertad, recorrer esos senderos. Mis hijas no podrían ir, y las amaba demasiado para alejarme de ellas. Golpes marcaban mi cuerpo y mi alma. Corté, corté sin sangrar. Con más fuerza la sangre brotó. No supe más. Dios dijo en mi sueño, «Nataly, hoy...