Madre es madre
Después de ingresar aurgencias con un terrible dolor en mi tobillo derecho, revolviéndome en lacamilla, rascándome la cabeza, apretando los dientes, recordando el instantedel accidente. A los lejos una voz femenina me dice. –Cálmate, relájate, ya tecolocamos el medicamento, se pasara el dolor- para mis adentros pensé. ¡Mandashuevo! Como no eres tú la que tiene...