Matías
Sí, ese soy yo. Tenía veinticinco años y María veinte. La conocí mientras ella viajaba para atender los negocios de su madre en la costa ecuatoriana y yo era asistente de ruta en un bus de transporte interprovincial. Sí, aquella noche ella estaba radiante escondía cierto desapego por lo convencional sin dejar de ser respetuosa...