LA CAFETERA ROTA
Lo que comenzó siendo una conversación amigable en una cafetería se había convertido en un soliloquio fogoso. —¿Como puedes decir semejante tontería?, Jamás, y escuchame bien, ¡Jamás!, deberíamos limitar el progreso tecnológico —afirmaba Ronald con contundencia—. —Y hazme un favor, más te vale pedirte otro café, a ver si así pones un poco de claridad...